La música en tu espacio de trabajo
«No puedo vivir sin ti, no hay manera», rezaba un himno generacional interpretado por Los Ronaldos con Coque Malla a la cabeza. ¡Qué gran verdad! No podemos vivir sin la música, aunque tampoco lo hemos intentado. Está considerada como una de las artes más abstractas, pero es, sin lugar a dudas, una muestra artística excepcional de la humanidad. Sus beneficios sobre quienes las escuchan son indudables, ya sea a nivel físico, emocional o psicológico. Por eso, en este artículo vamos a hablar de la música en tu espacio de trabajo. ¡Larga vida a la música!
Sabemos que los entornos de trabajo están cambiando. Hemos dicho adiós a las oficinas aburridas y cerradas y hemos abrazado las salas compartimentadas, los entornos versátiles y los espacios amables. Una transformación que ha tenido lugar gracias al mobiliario, a la biofilia, al color y a muchos otros factores. ¿El objetivo? Lograr el bienestar físico y mental de los trabajadores y ahí entra en juego la música.
Beneficios de escuchar música en el trabajo
Entre otras cosas, la música favorece la producción de dopamina. Se trata de un neurotransmisor –¡vaya palabro!– que sirve para provocarnos sentimientos como la alegría, la euforia, la relajación o la excitación. ¿Qué tal si te contamos algunos de los beneficios de escuchar música en la oficina?
Relajación. Dicen que la música amansa a las fieras y cierto es. Tiene la capacidad de tranquilizarnos y canalizar las emociones negativas reduciendo el estrés.
Concentración. Aunque pueda parecer lo contrario, la música sirve para evitar distracciones laborales. Ya sea haciendo cosas sencillas como labores más complejas. Digamos que reemplazas los ruidos externos por otros sonidos más agradables que consiguen aislarte.
Positividad. La música también sirve para canalizar tu positividad. Puede inspirarte, motivarte e impulsar tu creatividad.
Mejora el control sobre el entorno. Si necesitas aislarte para hacer un trabajo en el que requieras concentración, basta con ponerte música –mejor si es con auriculares– y estarás enviando una señal de «no molestar» a tus compañeros.
Incrementa la productividad. Al conseguir llenar tu mente de positividad y lograr un estado de concentración alto, te olvidas de navegar por redes sociales o usar apps de mensajería y te centras en lo importante.
Aunque también es capaz de provocar cosas algo menos positivas como la tristeza o la angustia. ¡Incluso el temido estrés! Por eso es importante seleccionar de forma correcta qué tipo de música has de escuchar.
Por norma general asociamos la música instrumental o la clásica como la idónea para el trabajo. Esta afirmación es veraz, pero algo incompleta. Hay casos y casos, y tareas y tareas. Si tienes una actividad mecánica y relajada puedes optar por un tipo de música más movida. Si eres diseñador gráfico y necesitas diseñar, hasta el rock más cañero te servirá.
Tipos de música para mejorar en el trabajo
- Música clásica. Mejora el humor y la concentración (Ej. Cuatro Estaciones, Vivaldi).
- Música de naturaleza. Mejora las capacidades cognitivas (Ej. Sonido de lluvia).
- Música épica. Mejora tus niveles de motivación (EJ. BSO Star Wars).
- Música de videojuegos. Mejora tus capacidades resolviendo problemas (Ej. BSO SimCity).
- Bandas sonoras ambientales. Mejora tu nivel de relajación ante situaciones de estrés (Ej. Música de Brian Eno).
¿Qué te ha parecido el artículo? Coge tu reproductor de música, escoge una canción y relee el artículo. ¿No han aumentado tus ganas de trabajar?
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