Claves para mantener tu espacio de trabajo saludable
Los tiempos cambian y la sociedad también. Sufrimos numerosos impactos que hacen que nuestro mundo se gire y cambie de sentido. Sin embargo, pase lo que pase, una de las cosas que nunca pueden faltar es la salud. A causa de la Covid-19, el planeta se ha visto sometido a un cambio radical en la forma de concebir el día a día.
Entre todas las materias que se han visto afectadas, el trabajo ha sido una de las principales. Multitud de personas han tenido que teletrabajar, pero otras muchas no han tenido esa fortuna y han debido acudir a su puesto de trabajo habitual. En la mente de todos siempre figuraban algunas preguntas. ¿Estamos seguros en el trabajo? ¿Son saludables nuestras oficinas?
Cuestiones que ponen de manifiesto la necesidad de diseñar espacios de trabajo muy versátiles y polivalentes, que garanticen la salud y el bienestar de los trabajadores. Además, espacios en los que se puedan mantener reuniones formales, disfrutar de momentos de ocio y vivir.
Por norma general, la estética y el confort se han asociado a entornos más caseros. También es cierto que en los últimos tiempos, las oficinas los han ido adaptando para ser más personales y cómodas. Ahora, se giran las tornas y son las viviendas –recién estrenadas como home offices– las que tienen que adaptarse a las funcionalidades de las oficinas. Conceptos como la ergonomía forman parte ya de los espacios domésticos.
«Un factor clave para preservar la salubridad y aumentar la vida útil de cualquier producto es la correcta conservación y limpieza de las superficies y materiales de cualquier entorno de trabajo. Ahora más que nunca»
Independientemente del lugar donde se desarrollen, los nuevos entornos de trabajo deben combinar diseño, funcionalidad y, sobre todo, salubridad. No hay que olvidar que los objetivos, las cifras y la productividad siguen siendo vitales para el desarrollo diario de una oficina, pero ahora más que nunca, el factor humano es una prioridad.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que es el puesto de trabajo el que debe de adaptarse a las personas y no al contrario. Así, incorporamos términos como flexibilidad, ergonomía y tecnología. Es importante destacar que al hablar de ergonomía nos referimos a mucho más que lograr una buena postura corporal. Es un concepto que abarca aspectos como la movilidad postural, las posibilidades de personalización y la adaptación a diferentes actividades.
Sin lugar a dudas, la mejor opción es elegir un mobiliario versátil y personalizado, que mejore la relación con el entorno y potencie el bienestar físico y mental del trabajador. Mesas amplias, superficies mate que eviten los reflejos y propicien una baja transmisión técnica en las zonas de contacto, colores suaves y sillas ajustables con reposapiés regulables y respaldo elaborado con materiales transpirables son algunas de las opciones a tener en cuenta.
Nos queda claro que contar con el mobiliario y equipamiento adecuado es importante y necesario. La duda es: ¿será suficiente? La respuesta está clara: no. Un factor clave para preservar la salubridad y aumentar la vida útil de cualquier producto es la correcta conservación y limpieza de las superficies y materiales de cualquier entorno de trabajo. Ahora más que nunca.
«Son importantes la orientación, la iluminación o el bienestar térmico y acústico. Esto se consigue con mobiliario elaborado con materiales fonoabsorbentes, iluminación natural, ventanas al exterior, una correcta filtración del aire o el uso de telas y acabados antibacterianos o mobiliario libre de agentes tóxicos»
Hay que valorar qué productos y métodos de limpieza son los más indicados para material. Conocer con qué frecuencia deben desinfectarse las superficies o ventilar los espacios. En esto nos pueden ayudar las indicaciones del fabricante, claro, pero también se antoja muy útil incorporar ciertos hábitos de limpieza y desinfección de sillas, mesas, estanterías y escritorios. La clasificación y organización de los documentos también evita focos de suciedad e infección.
A su vez, hay otros factores interesantes como la orientación, la iluminación o el bienestar térmico y acústico. Esto se consigue con mobiliario elaborado con materiales fonoabsorbentes, iluminación natural, ventanas al exterior, una correcta filtración del aire o el uso de telas y acabados antibacterianos o mobiliario libre de agentes tóxicos como el formaldehído.
Nadie habla de tener que construir nuevos espacios. Más bien de adaptar los existentes a las nuevas necesidades. Por ejemplo, usando mamparas de protección autoportantes o estores anticontagio para delimitar las zonas de trabajo sin aislar a los usuarios. En Martínez & Giovanni contamos con todas las soluciones que necesitas para hacer tu lugar de trabajo mucho más saludable y seguro. ¿Te dejas asesorar por nuestro equipo de expertos?
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