Cómo amueblar un espacio ‘coworking’
En los tiempos que corren, la sociedad cambia. Con ella, también surgen nuevas formas y conceptos de trabajo. Las nuevas disciplinas se basan en espacios más versátiles y dinámicos. La movilidad es prácticamente obligatoria y es ahí donde aparecen las oficinas colaborativas, lo que de forma común llamamos coworking. En Martínez & Giovanni nos adaptamos a todo tipo de zonas y espacios de trabajo, y en este artículo vamos a contarte curiosidades de los coworking y cómo se pueden amueblar.
El origen del coworking
Corría el año 1995 cuando nace en Berlín la conocida como C-Base. Eran lugares físicos donde las personas trabajaban y se conocían. Sí, sin dudas era el origen de los coworking. Sin embargo, este concepto no aparece como tal hasta cinco años más tarde, en 1999. Fue Bernie DeKoven quien inventó el término para describir el trabajo colaborativo a través de ordenadores. Luego, unos meses después nació en Nueva York el primer espacio de coworking, 42 West 42, una oficina que sigue funcionando en la actualidad. Hubo que esperar hasta 2005 para que abriese el primer coworking oficial, en San Francisco. Era una cooperativa sin fines de lucro con ocho mesas dos días a la semana, wifi gratuito, descansos para meditación y almuerzos compartidos.
Poniendo en marcha un espacio coworking
Ahora que conocemos algo de la historia de estos entornos de trabajo, vamos a visualizar cómo se puede poner en marcha una oficina colaborativa. En primer lugar hay que tener en cuenta qué usuarios potenciales van a hacer uso del coworking. Así seremos conscientes y tendremos claras las necesidades de los trabajadores –laborales, creativas, sociales, formativas, etc.– que usarán las instalaciones.
Hay que considerar que en un coworking conviven numerosas personas. Trabajadores autónomos, de empresas diferentes, de distintas procedencias y profesiones, de diferentes edades, etc. Todos conviviendo en un mismo espacio. Esta es la magia del coworking, pues entre todos se retroalimentan haciéndose mejores los unos a los otros.
Para poner en marcha un coworking necesitamos contar con espacios que conecten a los usuarios. Zonas que permitan la organización de reuniones, áreas de descanso y comida, espacios para hacer presentaciones de proyectos e incluso aulas para organizar cursos formativos sin olvidar zonas que favorezcan la concentración y la privacidad. Normalmente la creatividad no surge de forma espontánea. Hacen falta espacios y mobiliario que permitan momentos de asueto en busca de esa creatividad.
Hay cuatro pilares básicos que deben cumplirse en los coworking: concentración, colaboración, socialización y aprendizaje. Estos deben ser tenidos en cuenta a la hora de elegir el mobiliario. Con los muebles podremos diferenciar estancias dentro de un mismo espacio.
El mobiliario en un coworking
Entramos en faena. Los muebles de oficina para espacios de coworking tienen que tener la máxima calidad y comodidad para el trabajador. Es cierto que suelen ser espacios que tienen a ser divertidos mirando al diseño, pero eso no quita para que los muebles sigan siendo funcionales y ergonómicos. Lo principal es contar con muebles como sillas de escritorio ergonómicas que eviten trastornos en nuestra salud postural.
- Sillas con respaldo transpirable
- Sillas de dirección
- Bancadas, sofás y butacas
- Mesas de diseño
- Mesas de dirección
El mobiliario versátil de los espacios comunes deben conjugarse con sillas ergonómicas y mesas avanzadas técnicamente. Un diseño innovador y polivalente puede ser clave para el éxito en tu coworking.
Es imprescindible que en el espacio fomentemos el sentimiendo de comunidad y pertenencia para todos esos trabajadores que acuden a un coworking y trabajan solos. Digamos que sería importante crear la sensación de que la oficina sea una segunda casa.
Tengamos en cuenta que en los coworking no solo existe trabajo, trabajo y más trabajo. También es fundamental la creación de entornos destinados al ocio y a la interacción social. Hay que conseguir una buena integración de espacios diáfanos y versátiles con zonas de trabajo. Las zonas de ocio no deben interferir en aquellas destinadas a la concentración.
Existe una tendencia a crear salas de música o áreas de juego en las que tienen cabidas mesas de tenis de mesa, billares o incluso un futbolín. Un ratito de desconexión puede marcar la diferencia entre tener una idea y tener una gran idea. Hay que conseguir que los usuarios sean felices compartiendo sus horas de trabajo.
¿Qué te ha parecido el artículo? Si vas a un coworking estamos seguros de que los empezarás a mirar con otros ojos. Y si tienes en mente diseñar o crear uno, ponte en manos de profesionales para que te ayuden en su desarrollo. En Martínez & Giovanni estamos a tu disposición.
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¿Quieres mejorar tus espacios de trabajo? En Martínez & Giovanni podemos asesorarte y dar forma a tus ideas. Confiamos en tu negocio tanto como tú lo haces.
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