Evolución de las oficinas y los espacios de trabajo
Cuando llegas a tu lugar de trabajo, ¿piensas en cómo ha ido evolucionando? Quizá ir día a día a la oficina hace que asimiles los cambios de forma reposada y apenas seas capaz de darte cuenta de esa evolución. Sin embargo, las oficinas no paran de cambiar y la crisis sanitaria causada por la Covid-19 ha sido uno de las grandes detonantes de los últimos tiempos.
Las primeras oficinas
Aunque puedas pensar que el concepto de edificio de oficinas es bastante moderno, lo cierto es que en el antiguo Egipto (3200-525 a. C.) ya podíamos empezar a hablar de oficinas, ya que se separaban el palacio y las autoridades administrativas. Sin embargo, no fue hasta el siglo XV cuando el arquitecto italiano Francesco di Georgio hizo una descripción de cómo deberían ser los edificios de trabajo en su obra titulada Casa degli officiali.
Sin duda, el documento sobre el que se sentaron las bases de este tipo de espacios. Ya por aquel entonces se hablaba de espacios abiertos y el acceso a cada dependencia debía darse por medio de la circulación alrededor de un atrio. Curioso, ¿verdad?
«El popular Palacio de los Uffizi, ubicado en Florencia (1560), que se concibió como espacio de oficinas y sirvió como referente para este tipo edificaciones en el norte de Europa»
Ya en el siglo XVI se encuentran las primeras referencias reales de los edificios de trabajo. Por ejemplo, la familia Medici estableció en esa época un banco en un palacio de Milán o el popular Palacio de los Uffizi, ubicado en Florencia (1560), que se concibió como espacio de oficinas y sirvió como referente para este tipo edificaciones en el norte de Europa, como el ayuntamiento de Rotterdam, construido en 1648.
Cambios en el diseño de oficinas
El material de los muebles o la gama de colores son algunas de las claves para apreciar los cambios que se han dado en el diseño de oficinas en las últimas décadas. Hagamos un repaso rápido.
Color. La escala de grises da paso a una gran variedad cromática. Pasamos de espacios serios y oscuros a la vitalidad y la emoción de colores antes impensables como verdes o naranjas. La idea es dotar de personalidad y de fuerza a los espacios de trabajo de las empresas.
Materiales. Podemos ponernos en situación si vemos alguna serie no tan antigua. Escritorios de madera y trabajadores tecleando sus máquinas de escribir. La madera sigue siendo un elemento fundamental y es tendencia en algunos diseños como el nórdico, pero no es el único. Es complicado imaginar una oficina sin metales o cristal, además de materiales naturales como las plantas.
Organización. Se aboga por una concepción del espacio más flexible y abierta. Antes eran puestos cerrados y mesas independientes que cambian por mesas colaborativas, espacios abiertos y mamparas de cristal como separadores. Por otro lado las oficinas son más ordenadas gracias a las soluciones modulares como armarios o estanterías.
Decoración. Si antes la idea era ver una oficina más caótica con una decoración barroca, la tendencias van más hacia el minimalismo y las líneas puras. Decimos adiós a certificados y títulos colgando de las paredes para mirar hacia el arte con vinilos y cuadros llamativos inspirados en la cultura pop.
Ocio. Si en algo han evolucionado las oficinas es en los espacios de ocio. Unir trabajo y diversión era poco más que una quimera hace décadas, pero ahora van de la mano. Espacios multidisciplinares para aliviar el estrés, zonas ajardinadas, salas de videojuego, gimnasios y todo un sinfín de opciones para lograr el bienestar de los empleados.
«Podemos apostar a que la tecnología será parte vital de la modificación de los hábitos que harán evolucionar los espacios de trabajo»
Las oficinas del futuro
Cerramos el artículo haciendo labor de adivinos para ver cómo pueden ser las oficinas del futuro. Es difícil vislumbrar posibles cambios, pero sí podemos apostar a que la tecnología será parte vital de la modificación de los hábitos que harán evolucionar los espacios de trabajo.
Además de los elementos tecnológicos, la naturaleza seguirá siendo importante en el diseño dando cabida cada vez más a materiales sostenibles y a que la biofilia imponga su ley. También será fundamental tener en el foco de atención la salud de los empleados. Elementos de seguridad para que las condiciones de trabajo sean saludables y óptimas, como mobiliario ergonómico y confortable, pero también como materiales antimicrobianos, sensores de temperatura y control de desinfección exhaustivo, más aún tras la llegada de la Covid-19 y posibles brotes epidemiológicos que pueden llegar.
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Imagen superior: Nastuh Abootalebi on Unsplash
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